José Miguel de la Cruz, diplomático chileno, recuerda su período como embajador en Palestina. En esta conversación con revista Al Damir, reflexiona sobre la identidad palestina, las dificultades de la vida bajo ocupación, el vínculo bilateral con Chile y el rol de la diáspora.
Por: Gazan Qahhat Khamis
1. ¿Cómo definiría su experiencia como embajador en Palestina?
Palestina es una experiencia diplomática única. Fue un período de enorme riqueza en lo profesional y lo humano. Se trata de un país con una identidad nacional muy clara y con tradiciones propias. Su carácter conjuga lo árabe con lo internacional. Existe lo palestino, presente no solo en Tierra Santa, sino también en comunidades de muchos países del mundo.
Como embajador con sede en Ramallah y Jerusalén Oriental me sentí plenamente acogido, lo que me permitió impulsar iniciativas de cooperación y reafirmar el reconocimiento de Chile a Palestina como un Estado independiente, soberano y sujeto de cooperación internacional. Aún queda mucho por hacer en este camino.
2. ¿Cómo era su vida cotidiana en un contexto de ocupación?
Era un desafío constante. Tenía que atravesar diariamente fronteras custodiadas por soldados armados del ejército israelí. Con frecuencia me obligaban a bajarme de mi auto oficial para someterme a interrogatorios en instalaciones improvisadas.
En ocasiones, esas situaciones se transformaban en conversaciones con oficiales israelíes instruidos, que hablaban varios idiomas. Si bien esos diálogos podían ser interesantes, reflejaban la tensión permanente de la vida bajo ocupación. Esa realidad era informada por los jefes de misión diplomática a nuestras capitales.
3. ¿Cómo describiría la relación bilateral entre Chile y Palestina?
La relación se ha transformado en un ejemplo de vínculo diplomático normal. Existe cooperación y un diálogo constructivo frecuente. Chile reconoce al Estado de Palestina y mantiene con él una relación de respeto, aunque todavía hay mucho por avanzar en ámbitos de cooperación práctica.
4. ¿Qué opinión tiene sobre la situación de Gaza y el aislamiento impuesto por Israel?
La respuesta de la comunidad internacional debe ser clara. Tanto en el plano bilateral como en el multilateral es necesario rechazar la política israelí de aislar a Gaza. Esa política deja heridas profundas que tardarán generaciones en sanar.
5. ¿Qué mensaje enviaría a la diáspora palestina en Chile y en el mundo?
Les invito a mantener vigente, explícita y activa su protesta y oposición a la conducta de Israel. Esa presión es clave para visibilizar la situación y recordar que la causa palestina sigue viva.