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Dos años sin viajeros:
BELÉN LLAMA A REACTIVAR EL TURISMO

  • Más de 300 guías quedaron de brazos cruzados y sin apoyo alguno durante la crisis del Coronavirus. 

Visitar los lugares santos del cristianismo, emocionarse con las historias que cuenta el muro que divide a Belén de Jerusalén, caminar por los vestigios de la fortaleza de Herodes, descubrir los grafitis de Banksy, conocer el monasterio Cremizan y su viña, o hacer una escapada para pasear por los vestigios arqueológicos de Jericó son solo algunas de las actividades que ofrece un viaje al corazón de Cisjordania. 

Para muchos es un sueño viajar a la Ciudad Santa y los que han tomado la oportunidad de visitarla en estos primeros meses de apertura han tenido el privilegio de disfrutar la Iglesia de la Natividad sin hacer filas. El 9 de enero se abrieron en forma definitiva las fronteras de Israel, tras lo cual el turismo comenzó a volver tímidamente, luego de dos años de receso.  “Han llegado algunos grupos de turistas a Belén, desde la apertura de fronteras, pero aún no es suficiente para que la gente pueda vivir de eso. En los últimos dos años, ni los dueños de las tiendas de souvenirs ni los guías tuvimos apoyo alguno del gobierno. Espero que las cosas se empiecen a mover ahora”, dice Nevile Giacaman, uno de los guías de Belén. 

Ammal Al Bandak, guía turística, también sufrió con la parálisis del sector: “Los últimos dos años estuvo todo frenado en un 100%. En octubre y noviembre se reabrió el aeropuerto de Ben Gurión, pero lamentablemente, al llegar la nueva cepa Omicrón, se volvió a cerrar el aeropuerto en diciembre. Desde de enero estamos con pocos grupos al día, pero esperamos que vayan aumentando. Y, sobre todo, esperamos que esto no vuelva a cerrar”.

Asimismo, la representante de la Fundación Belén 2000 en la Ciudad Santa, Vivian Ghobar, comenta que entre 300 y 500 guías quedaron desempleados durante estos dos años, lo que significó una caída abrupta de ingresos, después de que en 2019 se viviera un peak de visitantes en Belén, ciudad que tiene como principal actividad económica el turismo y cuyos costos de vida se han ido elevando en los últimos años, en especial respecto a los servicios básicos y el transporte. Incluso, han caído las donaciones recibidas por la Fundación, debido a la crisis de la economía asociada al Covid19, a lo que ahora se suma la guerra en Ucrania.

Una bandera chilena flamea en uno de los kioskos aledaños a la Gruta de la Leche. La locataria cuenta que tiene parientes en Santiago e invita a todos a venir a Belén. Samar Tareh, secretaria de la alcaldía de Beit Jal, apoya este llamado, comentando que “todo está abierto después de la crisis que significó la crisis sanitaria. ¡Estamos listos para recibirlos a todos!”.

TEMPORADA BAJA

Los hoteles, cafés y restaurantes han comenzado a recibir a los viajeros. Uno de los lugares más atractivos y que se instaló en Belén en 2019 es The Walled Off Hotel. Decorado por el famoso artista callejero Banksy, reabrió sus puertas en enero de 2022. Las habitaciones cuestan desde 70 USD la noche, pero no es necesario alojarse ahí para disfrutar de sus instalaciones. Por una adhesión, que incluye un té o café, se puede recorrer el lobby y visitar su galería de arte que cuenta con obras de destacados artistas palestinos. Además, su ubicación junto al muro es estratégica para conocer uno de los puntos más contingentes de la ciudad, en cuyos murales no podía faltar el escudo del club de fútbol Palestino.

Para conocer Belén en esta “temporada baja”, se debe cumplir con los requerimientos de entrada de Israel, que van cambiando cada mes. Actualmente es necesario hacerse un PCR con máximo de 72 horas antes del vuelo, llenar un formulario de localización de pasajeros y presentar certificado de vacunación con una antigüedad no mayor a siete meses, junto con la realización de un PCR a la llegada.  

Cristina Correa, desde Belén.

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