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Jorge Mohor Zagmutt:
DE LAS LEYES A EMPRESARIO DE LA CARNE

  • Nos cuenta que uno de sus panoramas preferidos el fin de semana, es sentarse a ver un partido de Palestino junto a su familia y una buena parrilla. En conversación con Al Damir nos cuenta cómo llegó a este rubro y sus lazos estrechos con la comunidad palestina.

Para el abogado Jorge Mohor (57) una de sus grandes pasiones en la vida son el fútbol -en especial- cuando ve jugar al Club deportivo Palestino y armar un buen asado con un buen corte de carne. Sus palabras dan cuenta del enorme cariño que siente por sus raíces y de lo orgulloso que se siente al compartir parte de su historia.

“Mis abuelos llegaron a Chile, todos provenientes de Beit Jala, como la mayoría de los palestinos que llegaron en la primera mitad del siglo pasado. Igual que la inmensa mayoría de inmigrantes de ese pequeño poblado en Palestina, eran católicos apostólicos ortodoxos, lo que es casi una curiosidad en el mundo árabe. Se establecieron como comerciantes en el sur de Chile, en Coronel y Arauco, para luego venir a Santiago. También, como fue una constante de los primeros inmigrantes Palestinos a Chile, su corazón estaba en Palestina, y eso marcó profundamente a su descendencia”, nos comparte el abogado.

Y agrega: “Como nuestro pueblo vive en condiciones precarias, la identificación se intensifica. Hacemos nuestro, el dolor de nuestra tierra materna y eso nos hace sentirnos muy ligados con las instituciones de nuestra colectividad que se conectan con nuestros orígenes. Nos sentimos cómodos en la Iglesia Ortodoxa, en el Estadio Palestino o viendo un partido del mejor equipo del mundo, Palestino. He tenido el honor de participar activamente en la Iglesia Ortodoxa, de que Monseñor Sergio y el Padre George me consideren un amigo cercano; de haber sido director de Palestino por muchos años, en la época de Elías Abufón, otro querido amigo. Actualmente, su presidente, Jorge Uauy, con quien tengo lazos muy estrechos, sabe que puede contar conmigo cuando se requiera”.  

Respecto a su familia nos comparte: “Vengo de una familia típica de nuestra colectividad y totalmente identificado con nuestra gente. Mis padres se dedicaron al comercio y ambos eran de religión católica ortodoxa. Fui bautizado ortodoxo y me casé en la Iglesia de la Santísima Virgen Maria en Providencia. Me casó Monseñor Sergio y el Padre George Adeb y, era acolito en ese tiempo Francisco Salvador, actual sacerdote de dicha Iglesia. Por influencia celestial no me quedo. Soy fanático del futbol y de la parrilla. Nada mejor que ver un partido del “Tino” haciendo un asado. Soy abogado de profesión y atiendo a varias empresas vinculadas a la colectividad, lo que siempre es un placer. Me es muy cómodo atender paisanos, porque la relación profesional en este rubro, requiere de mucha confianza y franqueza, saber que se espera de una asesoría y entender no solo lo que el cliente señala, sino lo que le conviene. Esa franqueza, es mucho más fácil con personas que uno conoce de toda la vida, o que se relacionan con otros cercanos. Po eso me acomoda atender a clientes de la colectividad”.

¿Cómo un abogado empieza a adentrarse para estar en el rubro de la carne?

R: Me gusta mucho parrillar. Aprendí mucho de carne por una casualidad profesional en la vida. Recién titulado, hace más de 30 años, hice una asesoría a Friosa, uno de los frigoríficos mas grandes de Chile, en esa época. Lo que era una asesoría muy específica, se convirtió en una labor mucho más permanente, por más de diez años, hasta que se vendió la empresa a un grupo económico argentino. Durante ese tiempo, me tocó ser director de dos relacionadas, Frigorífico Temuco y Comafri, también empresas del rubro de la carne como Friosa. En esos años, obviamente aprendí casi en forma natural, por el giro de tales empresas, mucho sobre carne.   

¿Qué has aprendido en estos años?

R: Siempre he pensado que existen, en el rubro de la carne, necesidades mal trabajadas en ese mercado. Existe la práctica de vender grandes trozos de carne, que los consumidores terminan congelando, con todas las dificultades prácticas y sanitarias de este manejo. Obviamente, la carne descongelada pierde parte de sus atributos y características, sobre todo si se descongela sin la debida anticipación -de un par de días-, para mantener su sabor y textura. Se debe pasar del congelador al refrigerador y, solo cuando esté descongelada se debe llevar a temperatura ambiente. Pero sabemos que es difícil que alguien programe con dos días de anticipación para seguir este proceso.

Cuéntame, ¿cómo llegaste a dedicarte al negocio de la carne?

R: A principios de este año, empecé un emprendimiento en el mercado de la carne, con mi primo hermano, Claudio Abumohor, precisamente con la idea de aplicar conceptos distintos a los parámetros usuales. Claudio comparte conmigo los mismos gustos, el futbol y la parrilla, así que es una relación muy cercana. De hecho, en la década de los ‘80, él jugó profesionalmente en Palestino, hasta que la faceta de empresario pudo más. Ahora en este emprendimiento estamos tratando de habituar a la gente a que no congele la carne, ofreciendo productos porcionados y sellados al vacío; en envases de alta calidad, lo que permite que pueden estar en el refrigerador, sin congelar por más de treinta días. Ofrecer un biffe chorizo de 350 gramos en pack de dos, para evitar poner una pieza entera en la parrilla, en la que usualmente se pierde lo que sobra, o se usa para distintas preparaciones, perdiendo atributos del corte.  

¿Cuál es el concepto de tu negocio y qué cortes nos puedes recomendar para lucirnos en la parrilla?

R: El concepto es aportar una solución gastronómica y simplificar el proceso. No es necesario comprar la carne en el mismo día, no es necesario congelar ni descongelar y se puede usar lo que uno realmente va a consumir, optimizando tiempo y dinero. Todos nuestros productos se pueden adquirir al vacío y porcionados, proporcionalmente al mismo precio que vale la pieza completa. Para esta época, el lomo vetado presenta ventajas pues normalmente, se hacen asados familiares masivos y este corte es muy seguro, siempre queda bueno, aunque se le pase un poco al parrillero. En todo caso, a mi particularmente me gusta hacer medallones de filete a la parrilla, adobados el día anterior con salsa inglesa, salsa ahumada, soya, aceite de oliva, ajo y pimienta, con una cubierta de mantequilla derretida sobre los cortes. Y poner algo mas de pimienta al sacar de la parrilla. Siempre prefiero los cortes porcionados, puesto que permiten un mejor sellado que la pieza completa y es muy importante dejar reposar al menos cinco minutos al sacar de la parrilla.

¿Cuál dirías tú que es la clave de tu éxito?

R: El pequeño éxito que ya tenemos se asocia precisamente al concepto de solucionar y facilitar a los consumidores. Tratamos de tener una muy buena relación precio-producto, pero además incorporar el servicio como un valor agregado, sin costo adicional para los clientes, con delivery gratuito en furgones con frío para mantener la cadena; con cortes porcionados y entregados como el consumidor prefiera, sellados y al vacío para mantener la calidad del producto por un espacio de tiempo mucho mayor. Lo que pretendía como cliente, ahora lo aplico como empresa.  Nos pueden encontrar en Echeñique 4713, Ñuñoa, o en la pagina www.distritodelacarne.cl

Por Paulina Latrach T.

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