- En casi once meses de guerra, más 40.000 personas han muerto y 92.000 han resultado heridas en Gaza, según las autoridades sanitarias del territorio palestino. En tanto, miles de desplazados se encuentran hacinados en las llamadas «zonas humanitarias», donde lo cierto es que no tienen acceso a agua potable o electricidad y viven asediados y aterrorizados por los bombardeos israelíes.
Los ataques aéreos israelíes en Gaza han cobrado la vida de al menos 50 palestinos en las últimas 24 horas, según las autoridades sanitarias palestinas. Se trata de la tercera ofensiva esta semana donde hubo un ataque a una escuela que servía de refugio en la ciudad de Gaza, donde se estima que murieron al menos diez personas, mientras que otro ataque fue perpetrado contra el campo de refugiados de Bureij, donde murieron una madre y cinco niños. Todos estos ataques se dan en medio de la visita que hizo el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, por Medio Oriente -la novena desde que comenzó la guerra- para tratar de lograr un acuerdo de alto el fuego el que aún está sin definir para Palestina. Nuevamente quedó en pausa sin lograr un avance. Lo cierto es que mientras el diálogo permanece estancado, la ofensiva israelí en Gaza continuó esta semana con operaciones en Khan Younis, en el sur del enclave, y en Deir al Balah, en el centro.
En ése sentido, las palabras del padre Gabriel Romanelli cobran aún más sentido. “Las calles de Gaza se han convertido en cementerios, en cuanto hay un trozo de tierra arenosa disponible los muertos son enterrados allí”, aseguró hace unos días, el párroco de la Iglesia de la Sagrada Familia, único templo católico de la zona devastada por la guerra.
Cabe señalar que el sacerdote se encontraba en Europa a principios de octubre por lo que no pudo regresar a Gaza tras el comienzo de la guerra, pero se mantuvo en contacto a diario con sus feligreses. En una entrevista con Vatican News, el padre Romanelli expresó su esperanza de que los frutos de las negociaciones vean la luz y lamentó que todavía, a pesar de todo, «se oyen los sonidos de los bombardeos».
El sacerdote decidió regresar a Gaza recientemente luego de que se viera imposibilitado de hacerlo durante varios meses y contó hace unas semanas que junto a un grupo de profesores están intentando instalar contenedores para utilizarlos como aulas provisionales para tratar de proporcionar educación básica a niños. “Empezamos a impartir clases a niños con las ayuda de maestros de preescolar hasta primero de secundaria ensenándoles al menos árabe, inglés, matemáticas y ciencias, pero tuvimos que suspender todo, porque caían muchos proyectiles cerca. Seguimos rezando el rosario y seguimos orando por la paz”, ha señalado el sacerdote.
Y aseguró en una entrevista que la parroquia de la Sagrada Familia se mantiene como una luz de esperanza para los cristianos que aún resisten en la región, ante la incertidumbre y el peligro constante.
Cabe señalar que hace poco, un incidente potencialmente devastador fue evitado por poco en la Iglesia de San Porfirio en Gaza el pasado 29 de julio, cuando un misil disparado desde un tanque de batalla israelí no detonó al impactar. Este misil penetró el techo y golpeó una habitación antes de llegar a un salón que estaba repleto de personas desplazadas internamente que buscaban refugio.
A pesar de este tremendo daño, al no explotar el misil se evitó una gran catástrofe.
Para Nathalie Sayegh, una empleada de Caritas Jerusalén, quien estaba presente durante el incidente, expresó: “Gracias al Señor no detonó, de lo contrario, no nos habría quedado nada más que restos”. En tanto, tres mujeres resultaron heridas por el impacto y la caída de los escombros, pero no se reportaron lesiones graves. Este incidente deja en clara evidencia la vulnerabilidad de los desplazados y la necesidad crítica de seguridad en las zonas de conflicto.
Es por eso que Caritas Jerusalén agradece al Señor por proteger a las personas desplazadas, a quienes buscaban refugio en el recinto de la iglesia y reitera que “en Gaza ningún lugar es seguro…Por favor, oren con nosotros por un cese al fuego inmediato y el fin de esta tiranía”.
Respecto a los continuos ataques de Israel, el Gobierno de Chile sigue expresando su solidaridad para con el pueblo palestino y a través de una comunicado indicó que condena y repudia, en los términos más enérgicos, el ataque indiscriminado de las Fuerzas de Defensa de Israel a una escuela en Gaza que servía como centro de refugiados, que causó la muerte de casi un centenar de personas, incluyendo mujeres y niños.
“Chile reitera su exigencia a Israel de cumplir con el derecho internacional humanitario para la protección de los civiles en conflicto y solicita una investigación penal internacional para juzgar y sancionar a los responsables de este horrible ataque”, ha señalado la Cancillería chilena.
Finalmente, y en la línea con la reciente opinión consultiva de la Corte Internacional de Justicia, Chile solicita a la comunidad internacional considerar, de manera urgente, modalidades precisas y medidas adicionales para poner fin, lo antes posible, a la presencia ilegal de Israel en el territorio palestino ocupado.
Las familias gazatíes han sido obligadas a huir de la zona de Al Maghazi, en el centro de la Franja de Gaza, tras haber recibido nuevas órdenes de evacuación del Ejército israelí, según se informó a principios de esta semana, el comisionado general de la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA). En una publicación en la red social X, Philippe Lazzarini, recordó que miles de personas en Gaza siguen enfrentándose al desplazamiento sin ningún lugar seguro adónde ir.
“Ya no queda espacio donde refugiarse. Gaza precisa un alto al fuego ahora”, enfatizó una vez más.
Situación catastrófica
La Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) aseveró que las repetidas oleadas de desplazamientos, aunadas al hacinamiento, la inseguridad, el deterioro de las infraestructuras, las incesantes hostilidades y los servicios limitados, están empeorando cada día más la situación humanitaria en Gaza, que ya es catastrófica.
OCHA apuntó que los enfrentamientos, las órdenes de evacuación y la grave escasez de suministros esenciales están haciendo cada vez más difícil que las familias desplazadas accedan a los servicios básicos en los lugares a los que llegan. Desde octubre, se estima que el 86% de la Franja de Gaza ha sido objeto de órdenes de evacuación. La población de Gaza se concentra cada vez más en una zona designada por las autoridades israelíes en Al Mawasi, adonde se ha ordenado a los palestinos que se dirijan. La densidad de esa zona ha aumentado hasta situarse entre 30.000 y 34.000 personas por kilómetro cuadrado, antes de octubre había 1200 personas por kilómetro cuadrado.
Mientras tanto, la grave escasez de combustible está obligando a los hospitales a posponer operaciones quirúrgicas críticas y amenaza con detener el funcionamiento de las ambulancias, sobre todo en el norte de Gaza.
Por otra parte, la Oficina de Derechos Humanos de la ONU, alertó hace unas semanas que en Cisjordania se han registrado una serie de cambios legales y una continua expansión de los asentamientos israelíes, haciendo hincapié en que estas acciones son incompatibles con el derecho internacional, incluida la sentencia que emitiera en julio pasado la Corte Internacional de Justicia (CIJ).
En una declaración, la Oficina aludió al anuncio -el pasado 14 de agosto- de una orden militar que asigna 60 hectáreas al nuevo asentamiento de Nahal Hilletz, ubicado al oeste de Belén. Ése terreno invade el territorio palestino de Battir, el que está incluido en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO. La entidad de la ONU detalló que estos cinco nuevos asentamientos siguen siendo ilegales según las leyes internacionales.
Asimismo, sostuvo que el Estado de Israel está obligado a cesar de inmediato todas las nuevas actividades de asentamiento y a evacuar a todos los colonos del territorio palestino ocupado. También agregó que alrededor de 213.000 palestinos han sido perjudicados por nueve órdenes de evacuación este mes. En total, el 86% del territorio se ha visto afectado desde el 7 de octubre.
Haciéndose eco de los informes -según los familiares de los habitantes de la Franja muertos en la guerra- no han podido darles un entierro apropiado, OCHA señaló que las familias en duelo “no tienen tiempo para llorar, ya que ellas mismas se enfrentan a la muerte, el dolor, el hambre y la sed a diario… Es una lucha por simplemente sobrevivir”.
Una plegaria de cese al fuego
Un informe de un equipo interinstitucional que consiguió acceder a Jan Yunis informó hace una semana de cómo las familias desplazadas luchaban día a día por salir adelante. “Tenían que fabricarse su propio refugio con cualquier tela, trozo de madera o cartón que encontraran. Los niños son atacados por roedores e insectos por la noche debido a las malas condiciones de los refugios”.
El mismo equipo de evaluación señaló que, además de la dificultad para llegar a los mercados, junto con la falta de alimentos y los elevados precios, las familias afirmaron que, debido a la ausencia de productos de limpieza e higiene, “están contrayendo infecciones cutáneas, que afectan sobre todo a los niños”.
Según la Oficina de Asuntos Humanitarios (OCHA), unos mellizos recién nacidos murieron en un ataque de Israel en el centro de la Franja de Gaza el pasado 13 de agosto mientras su padre iba a recoger sus certificados de nacimiento. Los dos bebés nacieron en la ciudad de Deir al Balah, pero un ataque israelí contra el apartamento, donde se encontraban con su madre destrozó a la familia por completo. Mohammad y su esposa, Jumana Arafa, que habían sido desplazados del norte de Gaza, dieron la bienvenida al mundo a sus gemelos, después de un parto complicado. Una devastadora llamada telefónica le informaron de que los bombardeos israelíes habían tenido como blanco el apartamento en el que se alojaba su familia, esto destrozó por completo su vida. El asesinato de los gemelos recién nacidos es solo una de las innumerables tragedias provocadas por la guerra israelí, que ha dejado a familias como la de Mohammad con nada más que recuerdos de los seres queridos que perdieron.
Más de 10 meses después del inicio de la guerra, vastas extensiones de Gaza se encuentran en ruinas en medio de un bloqueo paralizante de alimentos, agua potable y medicinas. Israel es acusado de genocidio en la Corte Internacional de Justicia, cuyo último fallo ordenó a Tel Aviv a detener de inmediato su operación militar en la ciudad de Rafah, al sur del país, donde más de un millón de palestinos habían buscado refugio.
Según un informe de UNICEF, la gran mayoría de los pequeños que sobreviven a los ataques quedan sin padres ni familiares y están en riesgo de enfermedades para las que no hay tratamiento, ya que las ayudas siguen bloqueadas por Israel. «Un niño con una enfermedad en la Franja de Gaza ha recibido una sentencia de muerte lenta porque no puede recibir el tratamiento que necesita, y es poco probable que sobreviva lo suficiente como para salir», expresó el oficial de comunicaciones de UNICEF, Salim Oweis.
«La única esperanza de supervivencia para los niños de Gaza es un alto al fuego. Los niños de Gaza siguen aferrándose a la creencia de que este día llegará, y Unicef comparte esta esperanza. Lograr un alto al fuego sigue siendo posible, más necesario ahora que nunca y muy atrasado, y todos deben hacer todo lo que esté a su alcance para abogar por ello», puntualizó.