- Asegura que le encanta cocinar, así que muchas de sus recetas y tips saludables los comparte en su Instagram, un canal que le sirve para ayudar a sus pacientes a ponerse creativos y conocer nuevos temas contemporáneos de nutrición.
Su vocación siempre estuvo ligada al área de la salud. Lo cierto es que Tamara Dides Zaror primero entró a estudiar bioquímica en la Universidad Católica, pero al segundo año decidió cambiarse a nutrición porque se dio cuenta que era lo que más le gustaba, de hecho, tiene varios postgrados como: Máster en Nutrición y Alimentación, Obesidad y trastornos alimentarios y, este año, ha realizado cursos de nutrición hormonal en las mujeres. Ella tiene dos hermanos y, sus padres William Dides y Jenny Zaror, son de origen árabe. Nos cuenta que su papá es primera generación en Chile, porque sus abuelos se vinieron desde Jerusalén cuando perdieron todo en la guerra, mientras que su mamá es tercera generación acá y eran de Belén.
Sobre su familia, la nutricionista nos comparte. “Mi abuelo era gerente general de Chevrolet en Palestina y mi abuela dueña de casa. Cuando se desató la guerra en Palestina, la mayoría de mi familia se fue a Jordania y dos hermanos de mi abuelo se vinieron a Chile. Ahí mi abuelo decidió también venirse, porque en ésa época, al parecer, había más oportunidades acá y Jordania no era lo que es hoy en día. Al establecerse en Chile mi abuelo llegó a trabajar con sus hermanos en una fábrica textil que tenían y luego él abrió su propia fábrica de ropa”.
Cuando le preguntamos por qué eligió ser nutricionista comparte con Al Damir. “Siempre me gustó mucho la investigación y era mi sueño trabajar en un laboratorio, pero después me di cuenta que me gustaba más tratar con las personas y ahí le di un giro en mi carrera y elegí nutrición básicamente porque justo en la Universidad Católica se abrió junto a kinesiología y la rama de la salud me seguía llamando mucho la atención. Siempre desde muy chica he estado metida en la cocina junto a mi mamá y me gustaba mucho, además mi profesión tiene mucha relación justamente con la comida. Me di cuenta lo increíble que era la carrera y fue mi pasión, porque te obliga a estar siempre actualizado y a estudiar mucho más. Creo que desde mi lado puedo aportar con un granito de arena a la salud de las personas”.
Chile tiene altos índices de obesidad, entonces no hay una receta mágica. ¿qué consejos les darías?
R: Lamentablemente en nuestro país tenemos altos índices de sobrepeso asociadas a malos hábitos y alimentación, como la diabetes, hipertensión, el síndrome metabólico entre otras. No existe una receta mágica, no hay productos mágicos. Lo más importante es trabajar un estilo de vida saludable, porque es uno de los pilares fundamentales es realizar actividad física, porque tenemos un porcentaje altísimo de sedentarismo, por eso siempre la primera recomendación va a ser que tener un estilo de vida más activo y no necesariamente meterse a un gimnasio, buscar alguna disciplina que nos guste y que sea constante, sobre todo las mujeres que después en la menopausia perdemos mucha masa muscular. También es vital mejorar los parámetros de alimentación, porque en Chile tenemos un alto consumo de carbohidratos refinados como el pan, arroz, las pastas, que son alimentos de buena calidad, pero acá tenemos un consumo excesivo y bajo consumo en alimentos de grasas saludables como: los frutos secos, las semillas, la palta y los alimentos ricos en proteínas como carnes y se olvidan de las legumbres y la soya.
Hay un alto grado de personas que sufren de intolerancia al gluten o no es tan así. ¿Cómo se hace para comer rico y sano sin gluten?
R: No es tan común, pero si hay una alergia asociada al gluten que es la población celiaca y que tienen alergia al trigo y gluten. Primero hay que separarlas y evitar los autodiagnósticos, no porque una persona se siente hinchada puede ser intolerante al gluten, sino que pueden ser otros factores. Se puede comer rico y el gluten lo encontramos en los derivados del trigo, centeno, entonces donde más cuesta es en el reemplazo del pan y las pastas, pero sí se puede tener una alimentación muy completa, porque pueden incluir arroz, papás, quínoa y todo tipo de alimentos ricos en proteínas, pero hace unos años había muy poca variedad de alimentos sin gluten y pueden ser más secos, porque el gluten le da como elasticidad a los alimentos. Hay que atreverse a preparar alimentos con otro tipo de harinas libres de gluten y no es tan complicado.
En tu sitio web subes recetas al igual que tu Instagram. ¿Cómo ayudas a tus pacientes a cambiar el subir y bajar de peso, hay otras que optan por operarse para que sea más rápido?
R: Mi página no la he actualizado mucho, pero mi Instagram es más activo y como me gusta mucho la cocina, yo le daba recetas y tips a mis pacientes en la consulta, es mi hobbie cocinar y compartir lo que preparo, entonces subo a mi Instagram las recetas que hago, porque todo esto nace como una forma de ayudar a mis pacientes y seguidores.
Siempre dicen que las dietas las personas se mueren de hambre. ¿Qué es lo normal que una persona puede comer para mantenerse y estar saludable, porque hay quienes bajan de peso y no lucen ‘sanas’?
R: Nunca le impongo algo a mis pacientes y tampoco les voy a recomendar conductas extremas. Si una persona ya está baja en peso, jamás mi recomendación será que siga bajando de peso, muy por el contrario, sino que lo mejor es mejorar la composición corporal y otras cosas. Trabajo mucho la sicología de la alimentación, para quitar los miedos que la sociedad ha ido creando en torno a algunas comidas, por ejemplo, el terror a comer pan, pastas, porque engordan y uno debe trabajar todos esos mitos, porque uno puede tener una buena relación con la comida y que disfruten buscando el equilibrio. Existe el mito que las personas que hacen dieta pasan hambre, porque son muy restrictivas, pero no es así. La verdad es que eso es de la vieja escuela de nutrición, porque era muy común hace años que si querías bajar de peso te daban una pauta de comida de pura lechuga, pollo y verduras y unas galletas de agua con mermelada light. Eso no es necesario. De hecho, hoy en día no se recomiendan las dietas tan restrictivas en calorías y si se trabaja con déficit calórico cuando se requiere una baja de peso, pero puede ser súper amigable y una pauta normal. Para una mujer que quiere bajar de peso, puede desayunar un pan con huevo, palta con un café, almorzar arroz con verduras y una fuente de proteína, un snack a media tarde como un chocolate de buena calidad y alto porcentaje de cacao y, después cenar algo más liviano. Hay algunos que les gusta hacer ayuno intermitente, pero todo depende de la persona.
Vi en tu Instagram postres ricos en proteínas y sin azúcar. ¿Se puede?
R: Podemos hacer todo tipo de postres altos en proteína y muchas veces usamos suplementos proteicos sin sabor, pero también hay postres con más proteína hecho en base a leche, huevo y un endulzante como alulosa, entonces es un postre más saludable que un queque.
¿Cómo te pueden contactar?
R: A través de mi Instagram @nutricionista.tamaradides y tengo links directos de agendamiento a consulta presencial y/o online. Además, obvio que el contenido es gratuito de recetas y tips. El mejor consejo para todos: buscar un equilibrio, una alimentación completa que se adapte a sus preferencias, siempre mantenerse activos y buscar ayuda si lo necesitan.
Por Paulina Latrach T.
