- Negocios y Emprendimientos

Inflación y plebiscito, ¿algo en común?.

COLUMNA DE OPINIÓN
El escenario económico importa en las elecciones o, al menos, la percepción que tiene la ciudadanía respecto a variables que siente son parte de su vida diaria. La inflación se ha transformado en un problema complejo con aristas políticas como no veíamos hace 40 años. Mi percepción es que la aprobación del trabajo de la constituyente, la popularidad del Gobierno y el deterioro económico son parte de una evaluación ciudadana simbiótica. Están atadas tal como lo señalé a inicios de año y las encuestas posteriores han confirmado. Cualquier elección en el mundo durante los meses que vienen tendrá como ingrediente la visión popular inevitable de que el gobierno de turno no ha sido capaz de controlar la escalada de precios. Vendrán nuevamente cambios pendulares en las coaliciones gobernantes, similares a los que causó la pandemia.

En esa misma línea, en nuestro país la mayor preocupación hace referencia a la inflación, que previo al plebiscito de salida se ubica cerca de 13% afectando de manera mayúscula la percepción de riqueza del votante potencial. Existe a esta altura un relativo consenso de que, ante cualquier resultado del plebiscito, tendremos un periodo de ajustes constitucionales prolongado que se podrían dar en el congreso o a través de un nuevo proceso constitucional. Hasta hace algunas semanas el escenario era distinto. Para muchos, aprobar significaba el término del proceso de cambios constitucionales y el inicio de la implementación. Esa visión se ha moderado y el ajuste constitucional continuará.  La incertidumbre estará entonces con nosotros por más tiempo, sí, pero con uno de los resultados podríamos movernos a un peldaño superior de certeza y eso es valorado por los mercados financieros. El triunfo del rechazo puede significar el principal shock desinflacionario para Chile, contrarrestando efectos inflacionarios externos o potenciando caídas en precios internacionales.

Si efectivamente comenzamos a ver un asentamiento del rechazo (o de la moderación política) en las encuestas en los próximos días, el mercado comenzará a internalizar una moneda más fuerte, una moderación en la velocidad del movimiento hacia un estado benefactor y, obviamente, una menor presión sobre las arcas fiscales. Si lo anterior se reúne con ajustes en aspectos considerados “complejos” de la reforma tributaria, la combinación puede llevar a una percepción de mayor equilibrio político. En ese contexto, podríamos comenzar a ver registros inflacionarios menores -y por qué no negativos- al poco andar de confirmarse un triunfo del rechazo en el plebiscito. Lo anterior, coincidente con un claro menor dinamismo de la demanda interna (especialmente del consumo). En forma casi simultánea, el Banco Central comenzaría un rápido proceso de reducción en la tasa de política monetaria.

De cara a un nuevo proceso constituyente o ajustes constitucionales posteriores al plebiscito, una mejora en el escenario inflacionario también será parte del proceso constitucional. Será inevitable que el votante identifique, temporalmente al menos, una caída en la inflación y una reducción en el costo del dinero con el resultado del plebiscito, lo que a la vez tendrá efectos de primer orden en su voto porterior. Me cabe poca duda que una combinación de un triunfo de la moderación y el equilibrio político, ajustes en la reforma tributaria y una adecuada reforma de pensiones son factores cuya coincidencia podría llevar a descansos inflacionarios relevantes y, al mismo tiempo, determinar parte del ajuste constitucional posterior.

Jorge Selaive
Economista Jefe Scotiabank y Académico FEN U. de Chile

Deja una respuesta