“Somos testigos de una desgarradora instantánea de vida y muerte”
- En el mundo árabe, este éxodo se conoce como «la catástrofe», y marca el momento en el que debieron abandonar sus hogares por la fuerza y trasladarse principalmente a Gaza y Cisjordania, los actuales territorios palestinos.
Cada año, en el día de la Nakba, miles de palestinos salen a las calles empuñando una de las reliquias más preciadas que guardan sus familias y que han logrado conservar de generación en generación: son las llaves de las casas de las que fueron expulsados hace 75 años y a las que nunca pudieron regresar. Esas llaves representan la esperanza y el anhelo de volver a la tierra, es el símbolo de los hogares destruidos, de ser desplazados y con un sentimiento de regresar tal como se les prometió ´pero que, hasta el día de hoy, eso no se ha cumplido. Más de 750.000 palestinos huyeron o fueron expulsados de sus hogares después de que Israel proclamara su independencia del Mandato Británico de Palestina el 14 de mayo de 1948 y durante la guerra árabe-israelí que se inició al día siguiente y se extendió durante 15 meses. Los palestinos que vivían en los territorios que se convirtieron en Israel acusaron ante los líderes internacionales que las milicias sionistas los expulsaron y nunca más se les permitió regresar.
Hasta el año pasado y meses previos a los nuevos ataques de Israel contra el pueblo palestino, la ONU reconocía en su sitio a más de 5,9 millones de refugiados palestinos, muchos de los cuales vivían en campamentos en Jordania, Gaza, Cisjordania, Siria, Líbano y Jerusalén Este. Los palestinos saben que muchos de esos pueblos y esas casas ya no existen… Las cifras son aproximadas, pero se cree que un 80% de los palestinos sufrieron la expulsión, según los datos que manejan organismos internacionales como la ONU y los que intentaron regresar fueron recibidos a tiros, encarcelados o forzados a volver al exilio, porque se los catalogaba de «infiltrados».
En algunos lugares donde la población se resistió, los historiadores han documentado masacres como la de Deir Yassin, donde un centenar de palestinos fueron asesinados, o la de Tantura, poco después del inicio de la guerra, donde algunos testigos aseguran que hasta 200 hombres desarmados fueron asesinados. En 1948, solo un tercio de la población del Mandato Británico de Palestina era judía, unas 600.000 personas, según historiadores palestinos. El drama no terminó en 1948. Tras la guerra de los Seis Días, en 1967, otras 300.000 personas fueron desarraigadas, según cifras de la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA por sus siglas en inglés).
El derecho de retorno de los desplazados, ratificado por la resolución 194 de Naciones Unidas y aprobada el 11 de diciembre de 1948, es una de las reivindicaciones clave de los palestinos. Esta resolución resuelve que «debe permitirse a los refugiados que deseen regresar a sus hogares y vivir en paz con sus vecinos que lo hagan así lo antes posible». También señala que «los que decidan no regresar» deberán ser indemnizados por sus bienes. Sin embargo, los sucesivos gobiernos israelíes han considerado que la resolución 194 de la ONU no reconoce un «derecho» específico de los palestinos a retornar.
Ante un nuevo año más en que se conmemora la “catástrofe”, en Al Damir quisimos conversar con la Embajadora Palestina en Chile, Vera Baboun, quien reflexiona que tras los ataques de Israel desde octubre del año pasado, el temor es que la historia se está volviendo a repetir.
Embajadora Vera Baboun estamos pronto a conmemorar la Nakba y es imposible no pensar que, en estos momentos desde los brutales ataques de Israel, ya se habla que estamos viviendo una nueva Nakba debido al desplazamiento «obligado» por los ataques.
R: Desde el 7 de octubre, las fuerzas de ocupación israelíes deliberada y sistemáticamente cometen crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad: imponen un asedio, hambre, castigo colectivo, desplazamiento forzoso de casi dos millones de personas y destruyen casi toda la infraestructura civil. En Gaza las personas viven hacinadas en condiciones inhumanas, en tiendas improvisadas, sin agua potable ni comida. El hambre es el arma de guerra de las fuerzas de ocupación. Deben soportar el frío y los cortes de energía e internet.
El Pueblo Palestino en su conjunto está bajo ataque. El Gobierno ocupante justifica estos desplazamientos como medidas de seguridad para que estén a salvo, pero no hay ningún lugar seguro en Palestina. Mientras unos palestinos viven un genocidio en Gaza y otros sufren la escalada de ataques del ejército israelí y los colonos contra sus vidas, hogares y propiedades en Cisjordania. Desafortunadamente, ahora Rafah está viviendo un brutal ataque israelí ordenado por el gabinete de guerra israelí. Más de un millón de palestinos desplazados por la guerra han buscado refugio en Rafah. A unos cien mil civiles se les está pidiendo que evacuen a una zona con poca infraestructura.
El líder de Hamas, Ismail Haniyeh, dice que el grupo aceptó una propuesta de alto al fuego en Gaza, presentada por mediadores de Qatar e Egipto; en cambio, la oficina de Netanyahu afirma que la propuesta acordada por Hamas está lejos de las demandas de Israel, pero que el gobierno de Israel enviará una delegación para negociar. También dice que el gabinete de guerra decidió que Israel continuará su operación en Rafah. La orden de Israel de que los civiles evacuen inmediatamente partes de Rafah plantea graves desafíos humanitarios y logísticos en la ciudad del sur de Gaza, donde más de un millón de personas desplazadas han buscado refugio desde que estalló la guerra en Gaza.
El presidente Mahmoud Abbas acogió con satisfacción el anuncio del éxito de los esfuerzos de Egipto y Qatar para alcanzar un acuerdo de alto al fuego y su esperanza de que Israel se comprometa a detener la agresión y retirarse completamente de la franja de Gaza.
¿Qué le puede decir no solo a la comunidad chilena, sino a todo el país, lo que significa la Nakba para el pueblo palestino?
R: Este 15 de mayo de 2024, el Pueblo Palestino conmemoramos 76 años desde la Nakba para recordar la tragedia entre 1947 y 1948, cuando 85% de la población palestina fueron desarraigada y expulsada por la fuerza de sus hogares y tierras en la Palestina histórica. Otros decidieron huir para defender sus vidas de la campaña sistemática de terror y muerte de las fuerzas militares sionistas. Más de 15.000 hombres, mujeres, niños y ancianos palestinos fueron asesinados en sus aldeas, pueblos y ciudades a lo largo de todo el país, sufrieron un acto criminal que hoy cumple con la definición de delito de limpieza étnica.
Fueron al menos, 28 masacres cometidas por las milicias sionistas. Queda en nuestra memoria la más terrible de ellas, en la aldea de Deir Yassin, donde al menos 107 palestinos fueron asesinados en masa, además de violaciones y agresiones cometidas indiscriminadamente. Además, 531 aldeas y ciudades palestinas fueron destruidas, de un total de 1.300 y, al menos, once barrios residenciales fueron desalojados y/o destruidos.
Del 1.400.000 de palestinos que vivían en Palestina histórica antes de 1948, más de 750.000 palestinos se convirtieron en refugiados en otras partes de Palestina y en países vecinos, especialmente Jordania, el Líbano y la República Árabe Siria. Todos estos crímenes durante Al-Nakba tenían un solo objetivo: expulsar al mayor número posible de palestinos y a adquirir por la fuerza la mayor parte posible de la Palestina histórica. Quienes sobrevivieron, viven hasta hoy como refugiados porque nunca se les permitió volver.
¿Cree usted que la historia se está repitiendo, pero de manera más brutal?
R: Absolutamente. Esta es una historia que se repite una y otra vez, diariamente y a un ritmo acelerado. Desde el 7 de octubre, vemos cómo nuevamente el Gobierno de ocupación de Netanyahu intensificó sus crímenes intentando repetir la Nakba mediante genocidio y guerra de venganza contra nuestro Pueblo Palestino en la Franja de Gaza. Quiere completar su proyecto colonial de aniquilación y desplazamiento forzado, logrando asesinar a más de 35.000 mártires, 70% de ellos son mujeres y niños y desplazar por la fuerza a más de 1,5 millones de palestinos fueron desplazados por la fuerza. A pesar de los bloqueos, los cortes de electricidad, fueron las redes sociales las que se convirtieron en la ventana a la verdad. Cada persona puede ver en vivo y en directo las atrocidades que suceden diariamente. Eso lo hace más brutal. Toda la Comunidad Internacional lo está mirando en tiempo real y aun así no actúa para detener la limpieza étnica de nuestro pueblo.
¿Cuál es su mensaje al respecto?
R: Pedimos un alto al fuego inmediato y definitivo. Esto no es una guerra, es un genocidio. Necesitamos que se implementen las resoluciones de la Asamblea de las Naciones Unidas y que se respete los derechos del Pueblo Palestino. La Comunidad Internacional debe actuar para proteger a los millones de niños, mujeres y hombres palestinos cuyas vidas están amenazadas por el continuo ataque criminal de Israel contra la Franja de Gaza y en todo el resto del Estado ocupado de Palestina, incluida Jerusalén Oriental. La única manera de detener el derramamiento de sangre y abrir un camino hacia una paz y seguridad genuinas es poner fin a la ocupación de Israel y buscar justicia.
¿En qué debemos reflexionar ante este aniversario y qué acciones el pueblo de Chile puede apoyar?
R: Después de más de 7 meses de agresiones, somos testigos de una desgarradora instantánea de vida y muerte en lo que se ha convertido en el lugar más miserable de la Tierra. Las protestas masivas a favor de Palestina son parte de un movimiento mundial encabezado por defensores de Derechos Humanos, luchadores por la justicia y la paz. Las tomas de las universidades en Estados Unidos han servido para que se cuestione internamente el actuar internacional de ese país. Hablar de palestina, manifestar solidaridad y hacer lo que cada uno pueda para defender la vida y los derechos humanos del Pueblo Palestino son maneras para rechazar la maquinaria militar israelí para asesinar y difundir discursos de odio, propaganda, violencia y desinformación en los medios de comunicación, en los que participan personas de diferentes orígenes, países, culturas y etnias.
Por Paulina Latrach T.
Editora de Al Damir